Aunque coloquial mente hablamos del Sínodo de la Familia, en
verdad no se trata de un solo acto sino de un camino de dialogo y reflexión que
comenzó en 8 de octubre del 2013 cuando
el Papa Francisco convocó la celebración de la III Asamblea General
Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, del 5 al 19 de octubre de 2014 en el
Vaticano, para reflexionar sobre el tema de “Los desafíos pastorales de la
familia en el contexto de la Evangelización”.
Recordamos las palabras del P. Federico Lombardi en las que
señaló que ésta es la forma con la que el Papa tiene la intención de seguir el
camino de la reflexión y de la comunidad de la Iglesia y que es justo que la Iglesia
se mueva comunitariamente en la reflexión y en la oración, y que adopte las
orientaciones pastorales comunes sobre los puntos más importantes bajo la guía
del Papa y de los obispos.
El 5 de Noviembre de 2013 Monseñor Lorenzo Baldisseri nos
recordaba que el proceso de elaboración de cada asamblea sinodal comienza con
una consulta entre los diversos organismos que son interpelados sobre el tema
en cuestión. En este caso, sin embargo, este proceso se desarrolla en formas
particulares, sea porque la metodología sinodal se encuentra en la actualidad
en un momento de revisión general, sea porque se trata de una Asamblea
Extraordinaria, y presentó el texto del Documento Preparatorio. Documento en
que se nos hacían diversas preguntas sobra la realidad de la familia en nuestra
sociedad, documento, estructurado en ocho grupos de preguntas relativas al
matrimonio y la familia, que tuvimos la oportunidad de reflexionar y responder
desde los distintos agentes de pastoral familiar y los movimientos apostólicos y asociaciones familiares, recogidos por la
Delegación Episcopal de Familia y enviados a la Conferencia Episcopal Española.
El siguiente paso en
este caminar se dio el 26 de junio de 2014 día en el que se presentó Instrumentum laboris, que nació de las
respuestas al cuestionario del Documento Preparatorio. Las respuestas,
numerosas y detalladas, procedían de los Sínodos de las Iglesias Orientales
Católicas sui iuris, de las Conferencias Episcopales, de los Dicasterios de la
Curia Romana y de la Unión de los Superiores Generales. También llegaron
directamente a la Secretaría General respuestas —llamadas observaciones— de un
número significativo de diócesis, parroquias, movimientos, grupos, asociaciones
eclesiales y realidades familiares, así como también de instituciones
académicas, especialistas, fieles y otras personas, todos ellos interesados en
dar a conocer las propias reflexiones.
La III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los
Obispos, que se celebrará del 5 al 19 de octubre, tiene como propósito precisar
el status quaestionis y recoger testimonios y propuestas de los obispos para anunciar
y vivir el Evangelio con credibilidad para la familia.
Y el siguiente paso será la Asamblea General Ordinaria,
prevista para 2015, cuyo fin es fin individuar las líneas operativas para la
pastoral de la persona humana y de la familia.
Por eso aunque hablemos de sínodo debemos saber que estamos
ante un Camino Sinodal
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