jueves, 22 de febrero de 2018


La exhortación apostólica Amoris Laetitia clave para afrontar los nuevos retos pastorales de la familia


Monseñor Mazuelos Pérez inició su ponencia destacando que “son muchos los cambios que en poco tiempo nuestra sociedad ha experimentado”. El término “familia” o “unidad familiar” ya no es un vocablo univoco, sino que bajo este paraguas “se recogen multitud de realidades diversas que nos están demandando distintas respuestas pastorales que debemos afrontar con valentía, basadas en una solida formación y a la luz del mensaje evangélico de esperanza y verdad”. En este punto, el Prelado de Asidonia-Jerez remitió al  segundo capítulo de Amoris Laetitia, dónde se hace un análisis acertado de las nuevas realidades fruto del cambio antropológico, social e ideológico del mundo de hoy. Cambios a los que se deben hacer frente sin complejos y sin miedos. “Es una gran riqueza la que atesoramos: la verdad del amor humano y de la unión sacramental entre el hombre y la mujer”. Riqueza que hemos de presentar sin miedos y abiertamente sabedores que, ya cómo Iglesia, hemos pasado por momentos de dificultad en la presentación de nuestro mensaje en contraposición a la mentalidad social predominante, como en la primeras comunidades cristianas que surgieron bajo el Imperio Romano en las que la belleza de la vida familiar y conyugal cristiana, a pesar de todos los problemas que conlleva, fue lo suficientemente atractiva para vencer a la cultura dominante.
El Obispo destacó que son tres los ejes fundamentales que deben inspirar las respuestas pastorales ante los desafíos actuales. En primer lugar, “ofrecer aliento, estímulo y ayuda a las familias en su entrega y en sus dificultades”. Ayudando a la consistencia de los matrimonios cristianos, ya desde sus primeros años, haciéndolos crecer, apoyándolos y acompañándolos, siguiendo “la pedagogía del amor”, que tan bellamente explicada encontramos en los capítulos IV, V y VI de la Exhortación Apostólica del Papa Francisco. En segundo lugar, “acompañar a los fieles en situación irregular para sepan y sientan que son parte de la Iglesia”. Aplicando “la ley de la gradualidad”, en la que debemos tener en cuenta, que las reglas generales no se han de aplicar estrictamente a cada situación en particular sin tener previamente en cuenta la complejidad de cada situación, desde el discernimiento. Y en tercer lugar, “sentirnos todos desafiados por el Capítulo VIII que, ciertamente, llama a los pastores y a los que trabajan en el apostolado de la familia a escuchar con sensibilidad a cualquier persona que se sienta herida y a ayudarla a experimentar el amor incondicional de Dios”. Especialmente, tal y como se puso de manifiesto en el dialogo posterior a la charla, hacia aquellos hermanos nuestros víctimas de la ideologías predominantes avaladas y respaldadas por las leyes LGTBI.
Ésta fue la tercera de las cuatro sesiones que componen las XXX Jornadas Culturales de Santo Tomás de Aquino. El Obispo fue presentado por el Vicario General de la Diócesis, D. Francisco Juan Martínez Rojas y el Rector del Seminario, D. Juan Francisco Ortiz González. Numeroso público ocupaba, como en días anteriores, el salón de actos del Seminario, entre otros acudió el Obispo emérito de Cádiz y Ceuta, el jiennense Don Antonio Ceballos, así como sacerdotes, seminaristas, y miembros de distintas Delegaciones episcopales. Hoy clausurará las Jornadas el Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro, quien presentará a Don Fernando Sebastián, Cardenal Presbítero de Santa Ángela de Merici y Arzobispo emérito de Pamplona – Tudela, que ofrecerá la conferencia, “La transmisión de la fe en la familia”.
Ricardo Cobo
Delegación de Familia y Vida

viernes, 16 de febrero de 2018

JORNADAS SANTO TOMAS

Hola, la semana que viene es la semana cultural de Santo Tomás de Aquino y las conferencias son geniales, los temas de actualidad y muy interesantes y el lemas nos pilla de plano a las familias. Los ponentes son de lujo, que sólamente con saludarlos nos damos por satisfechos, cuanto más que nos van a dar su sabiduría. Si puedes, acude que te hará bien.




lunes, 5 de febrero de 2018

I Encuentro Diocesano de Novios



“De Romeo y Julieta al a Amoris Laetitia”


El Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro, recibió, en la tarde del sábado, a 66 novios, de distintas localidades de la Diócesis, a quienes trasmitió la firme determinación de la Iglesia por hacerse presente en todas las realidades y circunstancias humanas. Con gozo, la Iglesia quiere estimular, orientar y ayudar a esos jóvenes, que en la etapa final de su noviazgo, se disponen a decir un “sí” para siempre, y a quienes el Obispo exhortó a profundizar en el verdadero sentido del amor, del compromiso y de la grandeza y riqueza de la vida conyugal, que en breves fechas todos los presentes se disponen a iniciar.
El Encuentro diocesano de Novios, que se celebra por primera vez en la Diócesis, ha pretendido ser una jornada de reflexión, participación y convivencia en vísperas del día de San Valentín, que muchas veces, como indica el Papa Francisco, es mejor aprovechado por los comerciantes que por la creatividad de nuestras iniciativas pastorales. Los participantes, procedentes de 26 parroquias de toda la Diócesis, siendo las parroquias de Martos, de Pegalajar y la de la Merced de Jaén las que más novios enviaron, presentaban una edad media de 29 años, con una duración media de noviazgo de siete años y medio.
El evento, celebrado en la Iglesia de la Merced, de Jaén capital, comenzó con una charla bajo el lema “Lo que Romeo y Julieta se perdieron” en la que los novios profundizaron sobre las etapas del amor y los aspectos más característicos de cada una de ellas. Un recorrido que abarcó desde el amor romántico, ese basado casi exclusivamente en lo sentimientos, hasta el amor espiritual, donde se ponen en juego todas las esferas de la persona desde la genitalidad, pasando por el ámbito de los sentimientos, hasta el aspecto de la voluntad y de la espiritualidad, fundamentado en una decisión firme, decidida y consecuente.

Posteriormente, en la Capilla, Don Amadeo, tomando como base el conocido himno de la Caridad de San Pablo a Corintios, les dedicó a los novios unas palabras de ánimo desde “la profunda alegría que le suponía constatar que el ‘milagro del amor’ entre el hombre y la mujer se sigue haciendo presente en muchos jóvenes, que habiendo empezado ya un camino de conocimiento mutuo y comprensión,  se encuentran seguros para dar el paso definitivo en el matrimonio a un amor para siempre, desde una decisión libre, generosa, pensada, valiente”… En sus palabras, les recordó que “la fidelidad en el matrimonio cristiano es también un don de Dios, y que es necesaria la gracia de Cristo para que el egoísmo, la rutina, los imprevistos, las dificultades no empañen y debilite el amor”. Tras unos momentos intensos de oración el Obispo diocesano, bendijo el amor de los presentes, saludándolos personalmente, uno a uno,  y entregándoles un pequeño recuerdo del encuentro y unas frases de la exhortación del Papa Francisco, Amoris Laetitia.
Tras reponer fuerzas con una chocolatada, los novios que participaron en este encuentro tuvieron la oportunidad de disfrutar de una visita romántica por el casco antiguo de la capital, de la mano de la guía turística Eva Mª de Dios. Gran colofón a esta jornada organizada por la Delegación Episcopal de Familia y Vida con la intención de celebrar de otra forma el día de San Valentín.