Con motivo de la III Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores, convocada por el papa Francisco, los delegados de Pastoral Familiar, Rosa Bejarano y Ramón Acosta, proponen este decálogo destinado sobre todo a los jóvenes que se marchan a la JMJ dentro de unos días.
"Un día por ellos, toda la vida con ellos"
El papa Francisco ha seguido la experiencia del Magnificat para que reflexionemos en esta III Jornada. Éste es un decálogo para que los jóvenes os lo llevéis en la mochila de la JMJ. Hacedlo vida con propuestas para este día y extenderlas al resto del año.
1. Fecundidad. No dudéis que el Espíritu Santo bendice y acompaña cada encuentro fecundo entre generaciones distintas, entre abuelos y nietos, entre jóvenes y ancianos. Agradeced todo lo que recibís de ellos.
2. Alegre sabiduría. Dios desea que alegréis el corazón de los ancianos, y que adquiráis sabiduría de sus vivencias. Descubrid y potenciad sus tesoros.
3. Presencia y compañía. No dejéis solos a los ancianos, no los descartéis de vuestra vida. Luchad contra la discriminación de los mayores.
4. El arte de la escucha. Los abuelos y las personas mayores necesitan ser escuchados, acogidos y queridos. Abrid vuestros oídos y, sobre todo, vuestro corazón cuando estéis con ellos.
5. Custodiad la memoria. El Señor espera que, de vuestro encuentro con ellos, acojáis la llamada a custodiar la memoria y reconozcáis el don de pertenecer a una historia más grande. Os ayudarán a no reducir la vida al presente y a recordar que no todo depende de vuestras capacidades. Buscad esa memoria que enraizará vuestra vida y os permitirá crecer en el futuro.
6. Esperanza. Vuestra presencia les da esperanza de que todo lo que han vivido no se perderá y que sus sueños pueden realizarse. Centraos en la experiencia que compartís y que agranda sus horizontes para llenarlos de esperanza.
7. Vivid el tiempo en plenitud. No olvidéis que las realidades más grandes y los sueños más hermosos no se realizan en un momento, sino a través de un crecimiento y una maduración; en camino, en diálogo, en relación. Aprended de su proyecto de amor, que atraviesa pasado, presente y futuro, abraza y pone en comunicación las generaciones. Vuestro tiempo es oro para los mayores.
8. Un proyecto que va más allá. Superad esa inmediatez en la que se confina la realidad virtual. Ayudad a los ancianos a que no se instalen en el lamento de lo que ya no es y de lo que ya pasó. Mirad hacia adelante y ayudadlos a que miren más allá, para que transformen sus “heridas” en “perlas”.
9. Honradlos con un gesto: una visita, una carta de agradecimiento, un abrazo… Cualquier gesto concreto que suponga abrazar a los abuelos y a los ancianos. No los dejéis solos, su presencia en las familias y en las comunidades es valiosa. De ellos recibís la conciencia de compartir la misma herencia y de formar parte de un pueblo en el que se conservan las raíces. Ellos entregan al presente un pasado necesario para construir el futuro. Haceros visitadores con corazón.
10. Un renovado encuentro. Antes de partir para la JMJ, visitad a los abuelos o a personas mayores solas. No dudéis que contaréis con sus oraciones. Buscad ese encuentro de corazones.
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