En la XI Congregación general de la Asamblea extraordinaria
los padres sinodales han dado algunas puntualizaciones a la Relatio post
disceptationem para facilitar la tarea de los Círculos menores
El lunes por la mañana, seguidamente a la presentación de la
Relatio post disceptationem, se retomó el debate libre de los padres sinodales
en el Sínodo extraordinario sobre la familia. En el transcurso de la XI
Congregación se dieron apreciaciones unánimes con respecto al documento
llamado: “después de la discusión”, un documento capaz de reflejar con
precisión las intervenciones que tuvieron lugar estos últimos días en el Aula.
En vista de la tarea que aguarda esta semana a los Círculos
menores, algunos miembros de la Asamblea han querido puntualizar algunos
términos para ayudarles en su trabajo de ahondamiento. “Por ejemplo – se dijo –
que la Iglesia debe acoger a todo aquel
que se encuentre en dificultad, además estaría muy bien hablar mucho más a
menudo de las familias que permanecen fieles a las enseñanzas del Evangelio,
agradeciéndoles y animándoles por el testimonio que dan. Del Sínodo debería
surgir con más claridad la realidad de que el matrimonio es indisoluble, feliz,
fiel para siempre, es hermoso, es posible y está presente en la sociedad, evitando
así el focalizarse principalmente en las situaciones familiares imperfectas”
En general, la Relatio post disceptationem ha sido apreciada
por su capacidad de "retratar" adecuadamente las intervenciones de
estos días en el Aula, captando el espíritu de la Asamblea y destacando la
acogida como tema principal de los trabajos. Del documento, se dice, emerge el
amor de la Iglesia por la familia fiel a Cristo, pero también su capacidad de
estar cerca del ser humano en cada momento de su vida, de comprender que,
detrás de los desafíos pastorales, hay muchas personas que sufren. La mirada
del Sínodo - se ha reiterado - tendría que ser la del pastor que da la vida por
sus ovejas, no la del que las juzga a priori.
También se ha hablado de acentuar más el tema de la mujer, de su tutela y su importancia
para la transmisión de la vida y de la fe; de integrar alguna reflexión sobre la figura de los abuelos en el hogar;
de incluir una referencia más específica a la familia como "Iglesia
doméstica" y a la parroquia como una "familia de familias", así
como a la Sagrada Familia, como modelo de referencia. En este contexto, también
se ha tratado de cómo valorizar la
perspectiva misionera de la familia y de su anuncio del Evangelio en el mundo
contemporáneo.
Es necesario profundizar y aclarar la cuestión de la
"gradualidad’’, que podría dar origen a una serie de confusiones. Por
ejemplo, en cuanto al acceso a los sacramentos para los divorciados que se han
vuelto a casar, se ha dicho que es difícil aceptar excepciones sin que, en
realidad, se conviertan en una regla común.
Asimismo se hizo notar que la palabra "pecado" no
está casi presente en la Relatio. Y también se recordó el tono profético de las
palabras de Jesús, para evitar el riesgo de conformarse a la mentalidad de este
mundo.
En relación a los homosexuales se puso de relieve la
necesidad de aceptación, pero con la prudencia adecuada, con el fin de no crear
la impresión de una evaluación positiva de esa orientación por parte de la
Iglesia. La misma atención se solicitó por cuanto respecta a las convivencias.
Igualmente se apuntó a la necesidad de reiterar la importancia del sacramento del Bautismo, que es esencial
para comprender plenamente la sacramentalidad del matrimonio y también su
ser un "ministerio" en el anuncio del Evangelio.
En cuanto a la agilización de los procedimientos para las
causas de nulidad matrimonial, ha suscitado alguna perplejidad la propuesta de
dar más competencias al obispo diocesano, cargando así demasiado peso sobre sus
hombros. Se ha solicitado una reflexión más profunda y articulada sobre los
casos de poligamia - en especial los de aquellos que se convierten y quieren
recibir los sacramentos - y sobre la difusión de la pornografía (de forma
particular en la web) que representa un riesgo real para la unidad familiar.
Por último, en relación con la apertura a la vida por parte
de las parejas, se hizo hincapié en la necesidad de abordar con más detalle y decisión no sólo el tema del aborto, sino
también el de maternidad subrogada.
Ahora es el momento de los 10 “círculos menores”, para los que se ha
nombrado los respectivos moderadores y
relatores, en los que los Obispos participantes del Sínodo
Extraordinario sobre la Familia abordarán los asuntos propuestos para
presentarle sus conclusiones a la secretaría.
Los “círculos menores” están agrupados por idiomas: dos en
francés, tres en italiano, tres en inglés y dos en español. El Arzobispo de
Guadalajara (México), Cardenal Francisco Robles Ortega, será el moderador de
uno de los “círculos menores” en lengua española, así como el Arzobispo de Barcelona
(España), Cardenal Lluís Martínez Sistach. Entre los relatores el P. Manuel
Jesús Arroba Conde, profesor de Derecho Canónico procesal de la Pontificia
Universidad Lateranense de Roma (Italia); el Arzobispo de Tunja (Colombia),
Mons. Luis Augusto Castro Quiroga; y el Obispo de Vera Paz (Guatemala), Mons.
Rodolfo Valenzuela Núñez.
Fuentes :
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