jueves, 9 de octubre de 2014

Primera Congregación General: “Relatio ante disceptationem “


Resumen de la “Relatio ante disceptationem “ del Relator General, Cardenal Péter Erdő ante la Primera Congregación General.

El cardenal húngaro, Arzobispo de Esztergom-Budapest, destacó en su intervención que  es tarea propia de la pastoral familiar sostener el desafío educativo, en sus diversas fases: mediante la formación general de los jóvenes a la afectividad, en la preparación próxima a las nupcias, con el acompañamiento en la vida matrimonial y especialmente mediante el sostén en las situaciones más difíciles, de modo que la familia constituya una auténtica escuela de humanidad

El presidente de las Conferencias Episcopales de Europa nos recordó que si observamos los orígenes del cristianismo, vemos que logró ser aceptado y acogido —a pesar de todo rechazo y diversidad cultural— por la profundidad y fuerza intrínseca de su mensaje. Logrando iluminar la dignidad de la persona a la luz de la Revelación, también por lo que se refiere a la afectividad, la sexualidad y la familia.

El cardenal Erdo afirmó que el desafío que el Sínodo debe aceptar es precisamente lograr proponer de nuevo al mundo de hoy el atractivo del mensaje cristiano respecto al matrimonio y la familia, subrayando la alegría que dan, pero al mismo tiempo dar respuestas verdaderas e impregnadas de caridad (cf. Ef 4,15) a los numerosos problemas que especialmente hoy tocan la existencia de la familia. Poniendo de relieve que la auténtica libertad moral no consiste en hacer lo que se siente, no vive sólo de emociones, sino que se realiza solamente adquiriendo el verdadero bien.

 


Concluyó destacando que hoy se nos pide ante todo ponernos al lado de nuestros hermanas y hermanos con el espíritu del buen Samaritano (cf. Lc 10, 25-37): estar atentos a su vida, en particular estar cerca de aquellos a los que la vida ha “herido” y esperan una palabra de esperanza, que nosotros sabemos que sólo Cristo puede darnos (cf. Jn 6, 68).

El mundo necesita a Cristo. El mundo también nos necesita a nosotros, porque pertenecemos a Cristo.
 

 
Fuente :
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario.