El papa Francisco visitó Taeahdongsan, un cementerio de
fetos abortados, como parte de su visita al centro católico de atención de
discapacitados de Kkottongnae al sur de Seúl, en la tercera jornada de su viaje
a Corea del Sur.
El llamado “Jardín de los niños abortados”, un espacio
dedicado a los bebés que no tuvieron la oportunidad de nacer.
Francisco se acercó y oró junto a la estatua de la Sagrada
Familia que preside este memorial a las víctimas del aborto, rodeada de cientos
cruces de madera blancas que representan a los no nacidos, donde oró en
silencio, un lugar que los coreanos denominan "cementerio de bebés
abortados".
En declaraciones a ACI Prensa, Kim Doh Woo, profesor de la "Escuela del amor" de Kottongnae, explicó que "en este lugar rezamos por los bebés, por los bebés que fueron asesinados por sus padres por medio del aborto".
En declaraciones a ACI Prensa, Kim Doh Woo, profesor de la "Escuela del amor" de Kottongnae, explicó que "en este lugar rezamos por los bebés, por los bebés que fueron asesinados por sus padres por medio del aborto".
"Muchas personas visitan este lugar y rezan por su bebé
o por los bebés de otros. Esta cruz no es una tumba pero representa el alma de
un bebé, así que uno puede rezarle a ellos porque ellos van al cielo. Entonces
este es un lugar de oración".
Corea del Sur cuenta con una alta tasa de abortos, y según
los últimos datos oficiales publicados, en 2005 se practicaron 340.000
interrupciones voluntarias del embarazo frente a 440.000 nacimientos.
La ley surcoreana del aborto establece supuestos como la
violación, incesto, peligro para la salud de la madre o enfermedades
hereditarias, y fija el plazo máximo en 24 semanas desde la concepción.
Sin embargo, esta ley se aplica en raras ocasiones, una
laxitud que tiene su origen, según expertos, en las políticas para reducir la
tasa de fertilidad y combatir la superpoblación implantadas en la década de los
años 60 por el Gobierno.
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