1. Educar la fe.
“La educación en las virtudes que se realiza en la familia requiere el equilibrio entre libertad y disciplina: “Sin unas reglas de conducta y de vida, aplicadas día tras día incluso a las pequeñas cosas, no se forma el carácter ni queda uno preparado para afrontar las dificultades” (Nº1)
2. Educar la fe en la familia.
“La misión de los padres en este punto es insustituible, ya que ellos son los primeros transmisores de la fe y los custodios del crecimiento de la vida recibid en el bautismo”.
3. Colaboración con el colegio
“Los padres son los primeros maestros que educan a sus hijos. Se trata de un deber y de un derecho “esencial, primario, insustituible e inalienable”. Esta responsabilidad, por lo tanto, no puede ser delegada a otras instituciones que, lejos de suplantar la misión educativa de los padres, se deben poner a su servicio. Los padres no pueden dejar la tarea educativa en manos del Estado o de los distintos centros educativos. En este sentido, hay que insistir en la participación activa de los padres en el proyecto educativo del colegio y en las diferentes asociaciones de padres de alumnos.
(De la Nota de los Obispos de la Subcomisión Episcopal para la Familia y Vida de 27 de Diciembre de 2009).
“La educación en las virtudes que se realiza en la familia requiere el equilibrio entre libertad y disciplina: “Sin unas reglas de conducta y de vida, aplicadas día tras día incluso a las pequeñas cosas, no se forma el carácter ni queda uno preparado para afrontar las dificultades” (Nº1)
2. Educar la fe en la familia.
“La misión de los padres en este punto es insustituible, ya que ellos son los primeros transmisores de la fe y los custodios del crecimiento de la vida recibid en el bautismo”.
3. Colaboración con el colegio
“Los padres son los primeros maestros que educan a sus hijos. Se trata de un deber y de un derecho “esencial, primario, insustituible e inalienable”. Esta responsabilidad, por lo tanto, no puede ser delegada a otras instituciones que, lejos de suplantar la misión educativa de los padres, se deben poner a su servicio. Los padres no pueden dejar la tarea educativa en manos del Estado o de los distintos centros educativos. En este sentido, hay que insistir en la participación activa de los padres en el proyecto educativo del colegio y en las diferentes asociaciones de padres de alumnos.
(De la Nota de los Obispos de la Subcomisión Episcopal para la Familia y Vida de 27 de Diciembre de 2009).
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