LOS PADRES PRIMEROS EDUCADORES EN LA FE
El próximo día 18, domingo, la Delegación Episcopal de Familia y Vida, celebran su Encuentro- Jornada anual, a la que están especialmente convidados los movimientos y grupos de familia instauradas en la geografía diocesana, como los distintos movimientos y asociaciones a favor de la vida.
Recibirán desde la Delegación diocesana la convocatoria con el orden del día y, con está ocasión, puesto que no podré hacerme presente por encontrarme en Valladolid representando nuestra Iglesia diocesana, les adjunto la siguiente reflexión:
1.- La familia, fundada sobre el matrimonio, tendrá siempre una misión insustituible en la sociedad. Familia y matrimonio son dos realidades que no admiten alternativas. Lo serán siempre como nacieron en su naturaleza misma y ninguna ley positiva, ni costumbre, podrá nunca alternarlas ni suplantarlas.
La familia cristiana tiene como fines, no sólo procurar el bien de los esposos y propagar la especie humana, sino también la misión de educarles conforme a sus criterios y, es misión primordial como cristianos, asimismo, la trasmisión de su fe e inserción en la comunidad eclesial.
2.- Los padres tiene la alta misión de ser los primeros evangelizadores de sus hijos, comenzando por enseñarles las primeras oraciones, rezando con ellos en familia y en la comunidad parroquial, siendo sus primeros catequistas, procurando enraizar sus vidas en los valores humanos y cristianos que orientarán su futuro.
En mis Visitas Pastorales por las Parroquias de la Diócesis, he podido apreciar, en muchas de ellas, un despertar fuerte de buen número de padres y madres que colaboran, cada vez más, en la pastoral catequética de sus comunidades. Son muchos los padres que colaboran, sobre todo, hasta que celebran la Primera Comunión sus hijos, incluso responsabilizándose de alguno de los grupos. Gracias por su respuesta generosa, pero y ¿por qué no hacerlo también hasta que reciben la Confirmación?
Hemos de analizar esta situación urgente de nuestra pastoral y buscar, cuanto antes, respuestas adecuadas. Así vienen solicitándolo buen número de sacerdotes primeros responsables y testigos directos de esta situación.
3.- Es momento de hacer y no para lamentos. Urge educar “el corazón” de las nuevas generaciones de cristianos. Se precisan padres, educadores, catequistas, los hay muchos, “testigos del Evangelio de Jesucristo”; que viven y saben dar razón de la esperanza, que proponen con amor y en nombre del Señor la verdad que viven ellos. Hablan, en su nombre, desde su amistad personal con Cristo y por eso calan sus palabras y los niños y niñas ven en ellos el rostro de Jesús, Buen Pastor y el de Dios misericordioso.
4.- La familia cristiana exige nuestra cercanía y atención constante, antes de formarse y en su desarrollo. La crisis de cualquier familia siempre produce graves daños para los esposos, para su entorno social y, sobre todo, para los hijos.
Bendito el tiempo que dedican los sacerdotes, consagrados y tantos laicos a favor de esta pastoral. bendita la ilusión y esfuerzos de la Delegación Episcopal de Familia y Vida. sepan que cuentan con la oración y apoyo total de su Obispo, que les bendice y se une a sus inquietudes y trabajos. Son los Dones del Espíritu que nos mueve al unísono a todos en la misma dirección y con las mismas inquietudes.
Feliz Jornada. Con mi saludo y agradecimiento.
X RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ OBISPO DE JAÉN
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